Entradas

EL LUGAR QUE CAMBIÓ MI FORMA DE VER LA VIDA

Bajo la línea social, empecé a trabajar en un lugar que decía ayudar a las personas, sin embargo, los intereses personales y espíritus poco bondadosos me hizo darme cuenta que solo se ayudaban a sí mismos. Estaba decepcionado, el grano de arena que quería aportar no tenía cabida en ese lugar, la grilla y las malas vivencias me apagaron un poco de la luz que yacía en mí.

Un buen día asistí a un evento por el festejo de la felicidad de los niños, en un lugar elegante lleno de personalidades que buscaban el desarrollo de las personas, una de las personas que estaba en un gran proyecto le gustó mi trabajo, platicando conoció un poco mi experiencia laboral y todo quedó aparentemente ahí.

Fue unos meses después cuando se pusieron en contacto conmigo, me invitaban a trabajar para el Mesón de la Misericordia, como parte del equipo de Desarrollo Institucional, asistí a mi entrevista y cuando menos me di cuenta ya estaba en sus filas, la emoción fue impresionante, encontré una institución que ayudaba a las personas de innumerables maneras, de forma organizada y con impactos reales, un lugar donde las personas realmente estaban siendo apoyadas y se crea un impacto verdadero.

Estoy a tres años de subirme al proyecto del Mesón, siempre con el corazón lleno de satisfacciones, puesto que sé que mi trabajo le ayuda de alguna forma a los demás, porque creo en el proyecto, en la causa y en el crecimiento personal, económico y espiritual que se llevan las personas al acudir al Mesón. En lo personal cambió mi vida, en mi percepción, la posibilidad de hacer cambios significativos llega hasta las nubes cuando uno trabaja con personas tan comprometidas como lo es el equipo del Mesón, me honra y satisface trabajar con tan ilustres agentes de cambio crecimiento para la sociedad.